Lo que le sucedió a un labrador que se culpaba por el tiempo que hacía:

Érase un hombre rico que perdió toda su fortuna en una guerra y decidió ganarse la vida cultivando sus propias tierras. Como nunca lo había hecho, otros labradores intentaron darle algunos consejos, pero el hombre pensó que debía hacerlo solo, no los aceptó y decidió trabajar por su cuenta. Sabía que lo primero que tenía que hacer era preparar la tierra, pero como lo hizo en tiempos de lluvia todo el trabajo realizado se deshacía en aguas. Cuando fue a sembrar hacía tanto calor que las semillas se secaron sin dar ningún fruto.

El labrador no hacía más que quejarse del mal tiempo que había hecho sin darse cuenta de que lo que realmente había ocurrido es que había pretendido que las estaciones fuesen a su antojo sin pensar que él podría haberse adaptado a ellas.

En demasiadas ocasiones, somos como el labrador que no tiene todos los conocimientos para labrar correctamente y en lugar de buscar ayuda, se queja de su mala suerte. El psicólogo es el profesional cualificado para ayudarte a enfrentarte a tus pensamientos y emociones, y a modificar tu conducta.
Buscar la ayuda adecuada cuando es necesaria no es signo de debilidad sino de inteligencia.