¿QUÉ ES EL TOC?

TOC

Obsesión procede del latín obsidere, que quiere decir “asediar”
Compulsión procede del latín compulsare, que quiere decir “obligar”

Recurriendo al origen de las palabras que definen el trastorno entenderemos fácilmente el mismo:

  • Obsesión procede del latín obsidere, que quiere decir “asediar”
  • Compulsión procede del latín compulsare, que quiere decir “obligar”

Por tanto, podemos definir el trastorno como un pensamiento, idea, impulso o sensación que asedia la mente, causando extrañeza y malestar a quien lo sufre porque no se trata de pensamientos congruentes con su personalidad, ni deseados. Se trata de pensamientos recurrentes y repetitivos que nunca desaparecen por completo y flotan constantemente por tu cabeza, “asediándola”.

Para tratar de eliminar el malestar que los pensamientos provocan la persona se ve obligada a hacer algo, pone en marcha una serie de actos físicos o mentales (compulsiones), cuyo objetivo es reducir o eliminar el malestar que la obsesión ha provocado.

Algunos pacientes manifiestan que no creen tener TOC o incluso que algún profesional les ha indicado que no padecen TOC porque no se lavan ni ordenan las cosas. El TOC no se define por qué hacen los afectados sino por el malestar que un pensamiento puede provocarles. Y la necesidad de que esos pensamientos desaparezcan para sentirse bien y poder continuar con sus vidas. Si este malestar interfiere marcadamente en su vida y le ocupa más de una hora al día, debemos sospechar de un diagnóstico de TOC.

¿QUÉ ES EL TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO DE LA PERSONALIDAD?

Existen personas muy preocupadas, incluso podríamos decir que obsesionadas con ciertas normas y rutinas pero que no muestran ningún tipo de conducta en respuesta a esas obsesiones. En este caso podríamos estar ante un caso de personalidad obsesivo compulsiva.

El trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad está caracterizado por una rigidez extrema, por una concepción de la vida excesivamente normativa y regulada de la que no se puede salir. La constricción y la rigidez son, entonces, el fundamento de estas personas. En muchos casos, el individuo está absolutamente tiranizado y esclavizado por sí mismo, por una especie de déspota interior que se pasa el día ordenando, juzgando o castigando.