TOC DE AMORES: DESHOJANDO LA MARGARITA ME QUEDÉ SIN ELLA

Dentro del Trastorno Obsesivo – Compulsivo podemos encontrar varios tipos dependiendo del contenido de las obsesiones y su diferente arsenal de compulsiones. Uno de ellos es el denominado TOC DE AMORES. Hemos hablado muchas veces que el TOC es dudar y aquí consiste en dudar sobre si la pareja es la persona idónea con la que compartir una relación amorosa por los siglos de los siglos. Se puede dudar también sobre si se le quiere lo suficiente o sobre si la otra persona te está queriendo como se supone que tiene que quererte. Al fin y al cabo, es estar “deshojando la margarita” en un “me quiere, no me quiere” constante. Pero hay más, también es un “le quiero, no le quiero” y un “es mi amor ideal, no es mi amor ideal”. Estos pensamientos son comunes en cualquier relación ya que en algún momento de ésta se puede dudar sobre si la persona que está a tu lado te hace feliz. El problema de las personas con TOC DE AMORES es que estos pensamientos vienen de forma reiterada y sienten una ansiedad tan extrema que les lleva a realizar una serie de conductas irracionales (compulsiones). Las compulsiones típicas son la de estar constantemente pendiente de lo que la otra persona hace, buscando un dato a favor o en contra de que me quiere o no. Por ejemplo:
Si me coge de la mano cuando vamos juntos
Cuantas veces me dice “te quiero”
Los emoticonos que me envía cuando hablamos por Whatsapp…
Si la duda es si yo la quiero, las compulsiones pueden ser:
Mirarle y comparar con otras personas para ver si me gusta
Comprobar si me acuerdo de esa persona cuando estoy con otras
Ver si me gustan otras personas…

Al final, lo que existe es una HIPERVIGILANCIA constante ya que no se llega a percibir con claridad si se quiere o no. La persona con Toc percibe que son pensamientos intrusivos porque cuando no hay ansiedad tiene claro que quiere a esa persona, que esa persona le quiere a ella y que en su relación no hay problemas importantes como para estar centrándose en estos pensamientos. El gran problema de esto es que la ansiedad que perciben incapacita tanto, es tan desagradable que ante la duda la persona con TOC DE AMORES puede optar por la EVITACIÓN y llegar a dejar a esa persona (“tanto deshojar la margarita se quedó sin ella”).

Es importante trabajar desde la Terapia Cognitivo – Conductual las creencias irracionales que han sustentado la evaluación sobre esos “¿Y sí?” y que han hecho esas dudas INSOPORTABLES Y PELIGROSAS. La creencia irracional es que “me DEBEN querer” o “DEBO querer” de una determinada forma concreta. Esta forma de evaluar la vida hace que el amor se convierta en una exigencia basada en criterios que la persona, por su educación, cultura u otros factores, se ha impuesto. Desde la creencia irracional de que la perfección existe y, no solo es que exista, sino que la felicidad se alcanza teniéndola, se presupone que en una relación debe ser todo PERFECTO. Si no se cumplen los altos parámetros de “AMOR PERFECTO” se puede entrar a dudar si, de verdad, merece la pena tener esa relación y, por tanto, al estar en continuos conflictos generarse la llamada PROFECÍA AUTOCUMPLIDA (a más conflictos, mayores problemas y más evidencias de que la relación no es la adecuada).

La REESTRUCTURACIÓN COGNITIVA se torna imprescindible para un mayor bienestar emocional y psicológico que ayude a ser más funcional y flexible, otorgando así un firme soporte para seguir con la etiquetación de los pensamientos TOC, la eliminación de compulsiones mediante la gestión de la ansiedad y la posterior exposición a éstos consiguiendo así el MANEJO DEL TOC, pudiendo disfrutar de la relación si así se quiere y desea.
Joaquín Jiménez, psicólogo del equipo